La NDC establece metas para los sectores energía y bosques, reconociendo la importancia de otros sectores, como desechos, industria y sector agrícola, que serán incluidos progresivamente a medida que se fortalezcan los medios de implementación a nivel nacional. Para lograr la meta del sector energético, Panamá se apoya en la Ley N°8 y en el Plan Energético Nacional 2015-2050, y su línea de acción para descarbonizar la matriz eléctrica.
En el sector Uso de la Tierra, Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura, la iniciativa Alianza por el millón de hectáreas (AXM), busca incrementar en 20 años la cobertura forestal del país en un millón de hectáreas mediante una gestión público-privada y bajo diferentes modalidades (reforestación, conservación y enriquecimiento de bosques secundarios tempranos, restauración de áreas degradadas y sistemas agrosilvopastoriles). Actualmente, más de 50 instituciones públicas, privadas y ONGs, apoyan esta iniciativa que, desde el 2014, ha logrado reforestar 7.451 hectáreas.
En 2017 se aprobó la ley de incentivos forestales y cobertura boscosa que establece una asignación nacional de 15 millones de dólares anuales por medio del Fondo Reforesta Panamá. Adicionalmente, se desarrolla una propuesta para movilizar fondos para la reforestación asociada a esta ley. Lograr la meta forestal de la NDC, requiere implementar políticas y programas, como la ley de delito ecológico, programas de sensibilización ambiental, creación de comarcas y territorios colectivos indígenas, de áreas protegidas y fortalecer las instituciones que tienen responsabilidad ambiental.
Operada por el Ministerio de Ambiente y en sincronía con las oficinas regionales, la unidad coordinadora de la Alianza por el Millón (AXM), implementa acciones de esta iniciativa; mientras que el monitoreo, medición, registro y verificación son responsabilidad de la Dirección Nacional de Cambio Climático del mencionado Ministerio.
Para incrementar el nivel de ambición de la NDC, se requiere de un nuevo marco regulatorio asociado al sector uso y cambio en el uso de la tierra y silvicultura, incluyendo el diseño e implementación de una política de fomento a la reforestación y restauración; y de la reformulación del marco regulatorio asociado al subsector eléctrico, que asegure la incursión del sector privado en energías renovables no convencionales.